sábado, 8 de mayo de 2010

Al vientre que se rompió

Desde el ombligo te hablo,
esta conexión infinita y tus medios de anticoncierto.
aparecí. fértil tus partes,
tu cuerpo temeroso de múltiples semillas,
de la pérdida de tú, ti, de ustedes, de él.

me sumo a ese número de tu vientre, tras inyecciones en la columna.
rompo tu piel una vez más
queriendo tus estrechas caderas siempre sentir
que sus entres se abren y la cabezas se asoman
nacimos de pie y nos mantuviste de pies,
nos mantuvieron.

firme mujer partida, mujer de cinco...
batallas con un doble enfrentamiento y la solidez ante la pérdida.
tú cuidadora y creadora de hijos.
tu vieja maga que todo lo encuentras
que todo lo sabes, sino lo inventas.
tu cocinera, maestra, compañera, amante, niña.

tu infancia materna, Tú infante madre, doctora que todo lo curas.
que sabes lo que pasa sin hablar
todo lo sientes, todo lo vez, a todos no llamas, madre en llamas.
tú madre de engendros agradecidos, de fenómenos, de porotos de sonrisas.

de actividades varias, de toples, de locuras de gritos...
madre de mi de nosotros de otros, de los que cuidas
cuidadora de padres de tus hijos, circular forma.

simplemente te agradezco mujer fértil cálida.
tu mujer de mis zonas
tu dueña de mis celos y de los tuyos
tu vieja loca cariñosa y espontánea

sonríe para mi en este día y siempre

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