miércoles, 17 de marzo de 2010

La pantaleta marina

Con olor a mar y a recuerdos que humedecen la niebla que no vemos,
que nos nos vemos
ya no hay arena en mis ropas,
ni labios deseosos complementados con manos desesperadas, en excursión...
ahora hundo mis pies en cada grano.
paseo por la playa con brisas amables y desnudas,y nada más...
caes caemos y después de un grito desde mis interiores, que tenìan abstracción,
la arena pegajosa blanquesina era testigo del minuto,
caes caemos, respiramos agotados
y las voces pasan en las brisas desnudas y nos encuentran...
nos cubrimos, reimos, nos encuentran...
y hacemos natural nuestros cuerpos,
formamos parte de las aguas saladas ,del barro,
de las arenas intrusas en las zonas pegadas...
y te marcas y nos marcamos
escondemos nuestra promiscuidad acelerada bajo EL NEGRO, abrigo.
Ha pasado tiempo... ahora tu lejos y yo aqui aplanando la arena
con las olas que conversan histéricas
despues de amenazarnos de poseción terrenal...
ni siquiera puedo ser sirena y tu lejos...
mientras
yo aqui hundida en locura,
comiendo con mi entre piernas la arena que antes me respetaba.
mientras
recordando y pensándote... sólo pensando y que será de nosotros...
cuando nos veamos las caras culpables de distancia,
ganosas de tacto olfato gusto vista y audicion distorcionada de gritos... gemidos.
pensarte solo queda pensarte...
gritar mientras mis neuronas con extasis procesan un sexo mental...
y mis manos masturbadoras no funcionan,
me quedo pegada, no me puedo quedar pegada como perra en celo
y asi espero tu llegada... con los pesones en fila para retornar al celibato,
a la abstinencia del no sexo...

He sido virgen de mis cejas y mis pestañas, ser monja es mi vocación...

(escritos en niebla, transcrito en mundo manostopiano)

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